miércoles

EL SEKTA Y EL MURALISMO DEL SIGLO XXI



“Lo ilegal es la fuente, de donde nació;  lógicamente nunca se va a acabar, es inspirador por la adrenalina;  porque te recuerda tus comienzos, me agrada. No estoy en contra pero siento que tenemos que evolucionar y hay momentos para todo. No es que no lo apruebe, si yo pudiera lo seguiría haciendo;  pintaría edificios públicos o lugares abandonados pero  por mi edad y la trascendencia que tengo siento que hay que mejorar la imagen de la calidad urbana, es necesario”.  Sekta


  





   




Se le llama grafiti a varias formas de inscripción o pintura, generalmente sobre mobiliario urbano. La real academia de la lengua española otorga como "grafito" una pintada particular.

El grafiti inicio en los años 60 en Nueva York  por la influencia del Hip Hop. Uno de los pioneros fue un joven que pintaba con el seudónimo de “TAKI183” era repartidor y al lugar al que llegaba siempre dejaba marcada la pared con su seudónimo, lo que hizo que se fuera haciendo común entre los demás jóvenes.
En México el grafiti  inició en la frontera con Estados Unidos, en Tijuana;  poco a poco fue expandiéndose al centro del país. En Chiapas, fue hasta el año de 1995 que empieza a verse de manera notable las pintas en las paredes de la ciudad capital; pero estas aún sin sentido, lo que provocaba rechazo en la mayoría de la población.
Tres años después aproximadamente, empiezan a verse las primeras pintas con dibujos y colores combinados que llamaban la atención de manera favorable a la ciudadanía; pero aun predominaban las pintas ilegales en las casas y comercios.
Freddy Trinidad Muñoz, mejor conocido como “EL SEKTA” se involucró en este arte urbano desde los once años de edad en la ciudad de México,  tres años después se estableció en la capital chiapaneca dedicándose en sus inicios a las “pintas” ilegales. Más tarde decidió hacer un nuevo estilo de grafiti algo distinto a lo que se veía en la ciudad;  organizado y con permiso. Era momento de evolucionar, comenta en entrevista para Síntesis.
En el 2009 y 2010 obtuvo el primer lugar en un concurso de grafiti que se realizó en el estadio azteca, donde participaron alrededor de tres mil grafiteros de todo el país. Le ha valido ganarse el reconocimiento no sólo a nivel estatal sino nacional, firmando un contrato con una empresa reconocida de pinturas que lo ha llevado a varias partes de la república mexicana y de centro América a realizar murales y exhibiciones.
En la capital chiapaneca de donde es originario, lo han contratado para pintar muros de diferentes instituciones públicas y privadas como la Policía Municipal,  el Monte de Piedad, empresas bancarias, Iglesias, escuelas, radiodifusoras  y parques de varios municipios del estado.
Se jacta de proponer junto con su “crew” las mejores ideas en los mejores muros, tratando siempre de cambiar el concepto equivoco del grafiti; con contenido agradable y entendible para todas las personas, haciendo murales de objetos;  situaciones y personajes de nuestra tradición.
Su mayor satisfacción ha sido tener el reconocimiento y el cariño de su familia, amigos  y de la gente que admira su trabajo,  “he podido hablar con el borrachito del parque sobre arte; me hace sentir bien como a los niños les causa tanta emoción ver un mural”.
Su trabajo ha logrado que posiblemente a principios del 2012 se vaya a España y Estados Unidos a realizar diferentes exposiciones, esperando también que algún día se dé la oportunidad de compartir un muro con algún pintor como cesar corzo, Juan Gallo o Manuel Suasnávar que  aunque trabajan con  pincel y oleo son personas a las cuales admira; porque de de alguna manera tienen cierta relación en lo que realizan.
A sus 27 años de edad “EL SEKTA” finaliza contando que entre sus próximos proyectos esta poder pintar el estadio Víctor Manuel Reyna, el IMSS, el Hospital Regional y la estación de Bomberos; además de crear una revista, aerografiar carros, motos, guitarras y hacer una escuela de dibujo de pintura.

martes

SIN NOMBRE

(SIN NOMBRE)
Markopolo Quetzalcóatl Heramb.
La Kofradía del Hiato/2mil11

Tiento a la muerte como otras tantas veces,
Me aferro a no caer en el agujero  interminable de la inconformidad,
Una línea para escapar,
Un silencio desahogado,
Una noche cruda,
Un autobús sin pasajeros,
Un extraño que se hace llamar el diablo.

¡Vente!
Beberemos  tragos de ausencia,
Fumaremos olvido,
Brindaremos por los que nos temen y maldicen,
Cantaremos black metal
Y nos iremos al infierno, porque estoy seguro que no es tan malo en realidad.